Pinares y obras de restauración
hidráulico – forestal
Desde al menos el siglo XVIII, los montes del valle de Jiloca estaban casi totalmente deforestados por la acción incontrolada de los vecindarios. Tras cada tormenta las ramblas conducían avenidas torrenciales, cargadas de arenas y piedras, que bloqueaban los cauces de los ríos, causando graves daños materiales, y a veces muertes.
La torrencialidad de las ramblas no se había tratado nunca en el mundo, hasta que a principios del siglo XX el Ingeniero de Montes D. Nicolás Ricardo García Cañada (1866-1947) decidió enfrentarse a ese problema. Con gran ingenio y atenta observación de la naturaleza, diseñó un sistema de restauración hidrológico-forestal que aplicó primero con gran éxito, a partir de 1907, en el monte de la Dehesa de los Enebrales de Daroca, y que resultó eficaz para cualquier zona árida o semiárida. Así hizo ciencia e historia forestal, tanto con sus obras de corrección de ramblas como con repoblaciones forestales muy exitosas, y a veces asombrosas, como el pinsapar que creó en Orcajo y hoy es de referencia internacional.
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Otros grandes Ingenieros de Montes, como D. Antonio Pascual Yarza (1894-1952) o D. Miguel Navarro Garnica (1914-1993) continuaron la restauración forestal de la cuenca del Jiloca.
Aunque los trabajos de repoblación continuaron hasta los años 80 del pasado S. XX, puede entenderse 1923 como la fecha en la que finalizaron los primeros trabajos de corrección realizados, culminados con la construcción de la casa forestal de la Dehesa de los Enebrales, símbolo de esa repoblación histórica, y que se unía a la ya existente de Lucas Olazábal, junto al río y la estación, constituida como vivero que proveía de planta para los trabajos de plantación no solo de Daroca, también de otros montes de la Comarca; Manchones, Murero, Orcajo, Atea, en una primera fase permitió actuar sobre los montes y ramblas del Jiloca medio, convirtiendo así a Daroca y los montes de la Comarca como un «laboratorio» de ensayo en técnicas de corrección hidrológica que se han demostrado exitosas cien años después.
Poner en valor este gran legado de nuestros antecesores y el pinar de Daroca que constituye un verdadero museo forestal de relevancia internacional convinieron que los Ayuntamientos de Daroca y Orcajo, junto con la Comarca del Campo de Daroca, con la colaboración del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón, se unieran en la celebración de unas jornadas por la conmemoración del centenario de las obras de corrección hidráulico forestal iniciadas por D. Nicolás Ricardo García Cañada.
Ignacio Pérez-Soba. Decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón